Algo que suelo encontrar continuamente en los textos que corrijo es el uso incorrecto del gerundio, ya sea por querer embellecer el texto o por intentar darle cierto sentido de continuidad. Sin embargo, el gerundio tiene sus propias reglas, que debemos conocer y aplicar para evitar caer en fórmulas consideradas erróneas.
Uso incorrecto del gerundio
Voy a empezar esta entrada resumiendo en qué situaciones es incorrecto el uso del gerundio, para que así luego resulte más sencillo comprender cuándo sí es correcto.
El gerundio de posterioridad
Es un error muy común, sobre todo en textos literarios. Se da cuando utilizamos un gerundio para expresar una acción posterior a la del verbo principal, o una consecuencia. Por ejemplo:
- Incorrecto: *Salió de casa, llegando a trabajar media hora después.
Es algo que cuesta un poco identificar al principio, sobre todo si no estamos acostumbrados, porque en un primer momento no nos suena mal; sin embargo, una vez lo interiorizamos podemos corregirlo con facilidad:
- Correcto: Salió de casa y llegó a trabajar media hora después.
Gerundio galicado o gerundio especificativo
Este error es algo menos común. Se trata de un galicismo (calco del francés) y consiste en utilizar el gerundio a modo de adjetivo que especifica a un sustantivo. Se soluciona fácilmente si evitamos el gerundio y utilizamos «que» en su lugar.
- Incorrecto: *Con este fin se emite un decreto modificando las disposiciones anteriores.
- Correcto: Con este fin se emite un decreto que modifica las disposiciones anteriores.
Uso correcto del gerundio
Hay tres normas básicas que nos sirven para identificar si el gerundio se ha utilizado de forma correcta o no:
- El gerundio debe funcionar como verbo o como adverbio (complemento circunstancial).
- Por ejemplo: Vino corriendo (complemento circunstancial de modo).
- La acción que expresa debe ser anterior o simultánea a la del verbo principal; si es posterior, debe ser tan inmediata que se perciba como simultánea.
- Por ejemplo: Mi hermana estudia escuchando música (estudiar y escuchar música ocurren a la vez).
- El sujeto del gerundio debe ser el mismo que el del verbo principal o tener un sujeto propio.
- Por ejemplo: El profesor habla agitando los brazos (es el profesor quien habla y quien agita los brazos).
Por supuesto, existen excepciones y particularidades, y estas normas no son invariables. He intentado hacer un pequeño acercamiento básico que tener a mano para consultar rápidamente; de todas formas, si os interesa el tema y queréis aprender más, os dejo por aquí unos cuantos enlaces que os ayudarán a ampliar la información que os he dado. Algunos, incluso, incluyen ejercicios de práctica:
- Wikilengua. Muy completo y con explicaciones de los diferentes tipos de gerundios que existen.
- Manual de estilo de RTVE. Breve pero muy fácil de entender.
- Español fácil. Tiene la información dividida en dos columnas, por lo que resulta muy visual.
- Manual de lenguaje, de Francisco Morales Ardaya. Una obra muy completa. El gerundio y su uso se tratan a partir de la página 310, y es el texto que recomiendo si os interesa alcanzar un conocimiento exhaustivo del tema.
8 ideas sobre “El gerundio: uso correcto e incorrecto”
Gracias, por mencionar libros para usar el gerundio apropiadamente.
De nada 🙂
Gracias por los ejemplos y aclaraciones.
¡No hay de qué!
Muy claro, ejemplos perfectos.
Muchas gracias por su aporte, me ja sido de mucha utilidad.
Muchas gracias Estefanía por las aclaraciones del gerundio y la generosidad de compartir tus conocimientos.
Muy bien explicado. Felicitaciones y, muchas gracias.