Artículos de investigación, trabajos académicos, tesis, proyectos de fin de grado o de fin de máster… Todos estos textos necesitan contar con un sistema de citas coherente y completo que permita identificar de dónde proviene la información que se ha utilizado en ellos para realizar la investigación pertinente. Sin embargo, elegir un sistema de citas a veces puede ser un verdadero quebradero de cabeza; quiero intentar facilitaros esa tarea y proporcionaros unas pautas que seguir para realizar esta elección:
1. ¿Hay algún sistema de citas obligatorio?
Lo primero que deberemos tener es cuenta es si la entidad que va a recibir el texto exige que las citas se realicen de una forma determinada. Un trabajo de fin de grado o de fin de máster deberá adecuarse a las pautas designadas por la facultad, un artículo a los requisitos exigidos por la revista… Si tenemos un destino concreto en mente para el texto, deberemos informarnos sobre la normativa de este. Si, por el contrario, estamos creando un texto sin un destino concreto o por el simple placer de hacerlo, deberemos elegir el sistema de citas que más nos guste o convenga, y luego modificarlo (un servicio que yo misma ofrezco) si decidimos enviarlo o publicarlo.
2. ¿Qué sistema de citas acostumbro a utilizar?
Cualquier persona que haya tenido relación con el ámbito académico se habrá enfrentado ya a la tarea de tener que redactar textos en los que se les exigía un sistema de citas determinado. La familiaridad con un sistema de citas concreto puede facilitar mucho la redacción de un texto, al no tener que ir comprobando a cada momento cómo se citaba por ejemplo cada tipo de documento. Ante la duda es una buena idea, por lo tanto, elegir un sistema de citas que ya dominemos, con el que nos hayamos acostumbrado a trabajar y cuyos pormenores conozcamos.
3. ¿Qué sistema de citas se utiliza en mi ámbito?
Cada disciplina tiene una tradición investigadora a sus espaldas en la que se han asentado unas prácticas concretas, entre las que también se incluyen la forma de citar fuentes y referencias en sus textos. Por ejemplo, en el ámbito de la psicología es muy común utilizar el formato APA, de la American Psychological Association, mientras que en disciplinas de humanidades se utilizan sistemas como el estilo Chicago o el MLA (Modern Language Association). Esto se debe a los datos que guardan interés para cada especialidad difieren de una a otra; por ejemplo, hay materias en las que es necesario aclarar no solo el número de edición que se ha consultado sino también la fecha de esta y del texto original, así como el nombre del editor, porque la información varía en gran medida de una edición a otra, mientras que en otros ámbitos las sucesivas ediciones no establecen cambios significativos y esta información se puede obviar al referenciar el documento.
4. ¿Qué sistema de citas me gusta más, me parece más completo o más estético?
Por último, a la hora de elegir un sistema de citas (que no nos venga impuesto) jugará un papel muy importante nuestra preferencia personal. Ya sea porque nos parezca más estético, porque creamos que la información que ofrece es más completa o más útil, porque nos parezca más ordenado o por cualquier otra razón, siempre tenderemos a inclinarnos más hacia un sistema de citas que otro, lo que puede ayudarnos a decidirnos. Siempre que las referencias estén bien indicadas, podremos citar de la manera que encontremos más cómoda, incluso creando nuestro propio sistema.
En resumen, la elección del sistema de citas bibliográficas se puede simplificar en: si no te exigen que te adaptes a uno, utiliza el que más hayas trabajado, el que sea más común en tu disciplina o el que más te guste. ¡Así de sencillo!
Os dejo, por último, el enlace a un documento de la Universidad de Jaén que muestra la información básica de los sistemas de citas bibliográficas más comunes. Podéis consultarlo aquí.