Mi experiencia con CEDRO

Hace tiempo que tenía a esta asociación en mente; de vez en cuando, en alguna parte oía a algún escritor o escritora mencionarla, o veía algún tuit aislado haciendo referencia a ella, y sobre todo la recuerdo de cuando estudiaba en la universidad (de los carteles que avisaban qué tanto por ciento de los libros se podía fotocopiar). Sin embargo, no me animé a informarme del todo hasta que vi a una compañera traductora mencionar que se había hecho socia. Como estas cosas siempre generan más confianza cuando alguien conocido te cuenta su experiencia, hoy quería venir a hablaros de cómo lo hice yo y de cómo ha ido todo el proceso.

Para empezar, os dejo cómo se definen en su web:

CEDRO es la asociación de autores y editores de libros, revistas, periódicos y partituras. En su nombre gestionamos de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual derivados de la fotocopia y la copia digital de sus obras.
En 1988 fuimos autorizados para ello por el Ministerio de Cultura.

CEDRO – https://www.cedro.org/

¿De qué sirve hacerse socio? Básicamente, porque gestionan los derechos de autor de ciertos usos de tu obra (como préstamos públicos), te ayudan a combatir la piratería, te ofrecen descuentos (por ejemplo, para el Office 365) y cursos e incluso te asesoran legalmente en materia de derechos de autor. Tenéis la lista de servicios completa aquí: https://www.cedro.org/autores/servicios. Todo esto es gratuito, tienes derecho a ello solo por hacerte socio.

Me decidí a hacerme socia después de descubrir que algunos de mis libros se encontraban disponibles en bibliotecas públicas. El proceso fue muy sencillo, pero hay que tener en cuenta que es un poco lento. La forma más fácil de hacerlo es mediante el formulario de su página web. Deberemos rellenar nuestros datos personales, declarar al menos una de nuestras obras, presentar los documentos que nos piden y esperar; nuestra solicitud debe aprobarse en una de sus juntas, por lo que se demorará un poco.

En mi caso, recibí un e-mail donde me informaban de cuándo sería la próxima reunión y me adjuntaban el contrato, que debía firmar electrónicamente. Una vez realizada la reunión y aceptada mi solicitud, recibí el contrato de vuelta. Como digo, algo lento por la espera, pero muy cómodo y fácil, y la atención es amable y correcta. A partir de aquí, ya podía acceder a mi perfil en la web y gestionarlo todo desde ahí.

¿Hay alguna desventaja? En mi caso, por ahora, no he encontrado ninguna. El personal es atento, el registro es relativamente fácil y lo que ofrecen merece la pena con creces.

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