Si, como yo, acabas de empezar con esto de las letras, supongo que te bloquea un poco el miedo de enviar el texto a corrección. Piensas, tontamente, que te van a cambiar esa cosa que aún no controlas, que no conoces, pero que llamas «mi estilo como autor». Quizá es lo único a lo que te aferras, porque sabes que tus palabras necesitan una buena limpieza, y algo dentro de ti grita muy fuerte que no quieres perderlas.
Por suerte, Estefanía te sacude muy pronto ese miedo. Durante toda la corrección me ha ido mostrando las imperfecciones hasta dejarlas impecables, pero manteniendo el significado con el que me podría llegar a identificar.
Y ahí es donde compruebas su profesionalidad, porque lo hace sin que te des cuenta para que, al terminar, leas tu propio texto y descubras los detalles que ha ido cambiando para que no chirríe al leerlo en voz alta. Un magnífico, y necesario, trabajo. Y (algo que me ha sorprendido) muy divertido xDD